Reconozca la incertidumbre o confiese errores a personas cercanas a usted, y compara con ellas proyectos que usted no considera esenciales a su identidad profesional. Admita los pequeños errores, sin recitar una letanía de circunstancias atenuantes.
La falla al admitir la vulnerabilidad tiene, casi siempre, consecuencias devastadoras. Podría decirse que la reciente crisis financiera fue exacerbada por el hecho de que algunos líderes se sentían muy avergonzados de reconocer que no entendían los productos financieros que estaban vendiendo. Las cosas pudieron haberse desarrollado de una manera totalmente distinta si alguien hubiera tenido la valentía de levantar su mano y decir: “No entiendo esto, ¿podría usted por favor explicar una vez más el producto que ha creado?”.
Otra manera de practicar la vulnerabilidad es ponerse deliberadamente en situaciones en las que ignora todo. Por ejemplo, tome clases de un idioma extraño; vincúlese a un grupo de lectura en el que usted no tenga oportunidad de seleccionar el libro y oblíguese a hablar en cada sesión.
Muy probablemente, sus colegas y conocidos son también personas de alto rendimiento que también se abstienen de compartir sus preocupaciones. Cuando usted da el audaz paso de ser vulnerable, está enviando un mensaje poderoso a quienes lo rodean, el cual los invita a hacer lo mismo.
Enfóquese en el largo plazo.
Las grandes metas pueden resistir adversidades temporales. Cuando usted observa el cuadro en su totalidad, por lo general se permite más laxitud para cometer unos pocos y pequeños correos.
El éxito a largo plazo requiere voluntad para comprometerse con los imprescindibles riesgos a corto plazo. Los exitosos, casi siempre, permiten que su miedo al fracaso les impida aprovechar estas oportunidades.
Hacer eficientemente las cosas bien es muy doloroso para los exitosos. Es mucho más satisfactorio hacer algo bien, incluso si no se le da el mejor uso en su momento. Elevar sus ventajas y virtudes a su nuevo nivel o en una nueva dirección requiere humildad, práctica y paciencia (no precisamente el conjunto de sus habilidades fuertes). Sin enpbargo es un paso necesario en el camino de hacer bien las cosas correctas.
Fuente: Copa Airlines "Panorama"
Por: Thomas J. Delong Y Sara Delong
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